Ya eran dos, un relato de Adela Leonor Carabelli con fotografía de Rafa Hierro.

Ya eran dos. Microrrelato

Cuando no pudo más, ella bajó del carro. Acomodó unos trapos en un hueco que había en la tierra, y esperó. Esperó que la vida abriera los ojos.

Había venido solita con su panza enorme, pero no tuvo tiempo para llegar al poblado.  Ahora ya eran dos. El Juan Luis y ella. Tomó a su niño en brazos. Arregló el cordón. Enterró la bolsa.  Se dijo que le hubiera venido bien agua tibia, pero no pudo ser. Despacito, subió con su regalo, lo acomodó envuelto en un saco, muy cerca, en lugar seguro. Y así salió el caballo trotando lo más campante rumbo a la casa, con su carga nueva.

El crío estaba medio muerto de hambre. Berreaba cuando llegaron. Ella ató las riendas, y ahí se fue a bañarlo. Lo amamantó por primera vez, mientras le hablaba en voz baja. Y empezó a cantarle.

Se quedó pensando que tenía que alimentarse bien para dar buena leche a su chiquito.

Después de acostarlo en una canasta vieja y limpia, bien abrigado, descansó un rato. Soñó con el telar. Se vio tejiendo telas de muchos colores, y a su hijo correteando alrededor.

Despertó sonriendo. ¿Por qué no probar, si ella era capaz? Vendería sus telas en la feria cercana. Cuando llegó la noche, sacó un banco al sereno, y ahí se sentó con su crío llorón, de ojos vivos.

¿La veía? ¿La adivinaba? Lo cierto es que se prendía a su pezón de madre que era una fiesta.

Ella miraba el cielo.

Una mujer da a luz sola. #relato que refleja la necesidad de un mundo más humano. Share on X

Ya eran dos es la primera colaboración de Adela Leonor Carabelli  como narradora en revista MoonMagazine.info.

Profesora vocacional, Adela ha dedicado su vida a la enseñanza de las letras. Como creadora literaria es autora de narrrativa breve, poesía y artículos literarios. Su pasión: Borges.

«Hoy escribo. La palabra es mi búsqueda. Tal vez publique alguna vez…Mientras tanto, me sumerjo en la poesía y en mis deseos de escribir cuentos que reflejen la vida, la soledad, la necesidad imperiosa de que nuestro mundo sea más humano.»