Falcon y el soldado de Invierno está en la busca de su identidad. Y en su segundo episodio, titulado de manera muy apropiada «El patriota», es notorio que la serie está interesada en narrar el trasfondo de sus personajes. Desde una óptica intimista, dura y por momentos dolorosa, la historia que narra las aventuras de Sam Wilson y Bucky Barnes tiene la cualidad de resumir las inquietudes y las grandes preguntas del universo Marvel en elegantes insinuaciones. Un recorrido profundo e interesante que por primera vez muestra el trasfondo de un mundo en el que el heroísmo es una cuestión de interés y la búsqueda de sentido, un angustioso recorrido hacia el centro mismo de las grandes grietas que el apocalipsis de Thanos dejó a su paso. 

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Falcon y el soldado de Invierno. Episodio 2. El patriota

A John Walker (Wyatt Russell) la responsabilidad de portar el uniforme de barras y estrellas del Capitán América le sobrepasa. O al menos, eso es lo que parece, durante las primeras escenas del segundo capítulo de Falcon y el soldado de Invierno. Sentado en medio de casilleros polvorientos, el nuevo héroe designado por un gobierno que necesita un nuevo símbolo de esperanza, sabe que el legado de Steve Roger es mucho más amplio y complicado que sólo posar ante las cámaras y mostrar el escudo que le identifica como el hombre capaz de inspirar el mundo destartalado que heredó. Pero mientras llega ese momento, la gran celebración artificial, las preguntas y las respuestas que debe ofrecer, Walker solo está a solas con su responsabilidad. Con el hecho de una historia que no es suya y más doloroso aun, que todavía no comprende del todo.

El segundo episodio de la nueva serie de Disney plus es, de hecho, un gran homenaje a la figura del Capitan America, que sigue siendo capital al trasfondo de la historia principal. Finalmente, uno de los hombres que en cómic portó el escudo lleva al Universo cinematográfico de Marvel con todas las dudas y la curiosa dualidad que le sostuvo en la historia original. El personaje hizo su debut primera vez en Captain America #323 como Super Patriota en 1986. Hay un valor agregado en el hecho de que Marvel haya decidido dar continuidad al Super Patriota, en la forma de un hombre que debe afrontar como puede, una nueva estatura histórica. Si la semana pasada la serie cerraba con una imagen casi paródica del nuevo héroe frente a las cámaras, el nuevo capítulo comienza dejando claro que la nueva esperanza mundial es un hombre creado a la medida de las circunstancias. Uno además que es la consecuencia de algo tan complejo como un regreso a los orígenes después de una caída en el desastre. 

La serie además juega con todos los símbolos norteamericanos imperecederos. John Walker tendrá su primera gran presentación en su antigua escuela secundaria en Georgia. Rodeado de porristas, celebra el nombramiento como un logro atlético, pero en realidad tanto el personaje como la serie sabe que se trata de una designación a dedo, más que otra cosa. Pero Walker se esfuerza: después de todo, en un mundo que volvió de las cenizas, la memoria lo es todo. Y quizás es el punto de honor que hace que el silencioso, cansado y enfurecido Bucky (Sebastian Stan) se ponga en pie y decida ir en busca de Sam (Anthony Mckey) para recordarle su deber.

¿Y cuál es su deber? Sam sigue rehuyendo el hecho que Steve Rogers (Chris Carter) le entregó el escudo y una historia. En lugar de eso, con su maravillosa cualidad para resumir la realidad en elementos mundanos, está más preocupado por lo que acontece en el mundo. Por ahora, hay que enfrentar a los nuevos chicos malos. ¿Androides? ¿magos? ¿alienígenas? La nueva clasificación de Sam para los problemas recuerda que los nuevos vengadores deben enfrentar como pueden los escombros de una conflagración más grande. «No soy Tony Stark» dejó claro antes Walker, en medio de vítores y un pobre espectáculos de luces. Unas escenas después, Sam parece recordar de alguna forma esa coyuntura. Los grandes héroes del pasado han desaparecido. Los nuevos están en busca de identidad. 

#falconandthewintersoldier #FalconYElSoldadoDeInvierno. Los grandes héroes del pasado han desaparecido. Los nuevos están en busca de identidad. Todas las semanas #Recap de @Aglaia_Berlutti y análisis de la #serie de @MarvelStudios. Clic para tuitear

Una de las grandes virtudes que hasta ahora ha demostrado Falcon y el Soldado de Invierno es saltar las convenciones del gran espectáculo. El trascendental encuentro entre los héroes titulares no es tal, sino una pequeña gran discusión que parece haber ocurrido ya varias veces. Sam no parece sorprendido de encontrar a Bucky entre las sombras, enfurecido y a todas luces ofendido, por el hecho de que Sam no asuma la herencia histórica que «le corresponde». La idea es sutil, pero queda claro: el heroísmo para Marvel acaba de dar quizás, el salto al contrario de lo que hasta entonces había sido. No hay dioses con martillos, ni grandes peleas estelares, naves de última tecnología u hombres con capacidades portentosas. Hay dos hombres preocupados, que se cuestionan su deber. Y esa concepción de lo que el mundo requiere  — en especial este mundo surgido de las cenizas —  es sin duda la gran premisa en medio de lo que podría haber sido una gran mezcla de hazañas y aventuras espectaculares. 

Y hay aventura, por supuesto. Pero una destartalada, con caídas desmañadas, fracasos más o menos dolorosos. Sin embargo, hay un subtexto complicado. Surge de a poco y con cuidado. El mundo posapocalíptico de Marvel está lleno de barreras, de espacios y de traumas mal resueltos. También hay misterios: como un grupo de supersoldados inexplicables. Uno que además decidió unirse en una extravagante premisa sobre la posibilidad de «reunificar el mundo» luego del blip. Porque Thanos (Josh Brolin) no solamente convirtió en cenizas a la mitad de la humanidad y Bruce Banner (Mark Ruffalo) la trajo de vuelta. En realidad, lo que quedó atrás después de una tragedia semejante es una desesperanza y un miedo profundo. La sensación de un inminente desastre que nadie podrá detener. La serie juega con la idea del peligro a la sombra, pero esta vez con rostro humano. ¿Quienes son los enemigos ahora, que están vendidos los grandes titanes del pasado? Una chica de aspecto frágil que se cubre el rostro con una máscara y pelea con la fuerza de veinte hombres para «devolver» el orden. ¿Cuál orden? De pronto, Marvel plantea la posibilidad de repensar lo que pasó en el lapso de ausencia. El mundo que apenas se vislumbró, en el que el plan de Thanos…funcionó. Y esa es quizás su premisa más poderosa. 

Tan poderosa, como para incluir pequeñas referencias a un universo mayor. Marvel comienza a mostrar todas las posibilidades de la serie y uno de los grandes invitados del capítulo, es Isaiah Bradley (Carl Lumbly), un viejo conocido de los lectores del cómic del Capitan America. Aparecido por primera vez en el volumen Truth: Red, White & Black #1 de enero 2003, fue un experimento fallido del suero del supersoldado. En lugar de ser mostrado como un héroe, Isaiah (afroamericano y ahora un anciano), fue encerrado y sometido a todo tipo de experimentaciones. Para Sam es un golpe, una sacudida. Una de tantas que se lleva en el capítulo. «Eres black Falcon» grita un niño al verle pasar. «Black ¿por que soy negro?» pregunta medio en broma, medio con genuina preocupación. «Sí, por eso». El mundo después del blip heredó sus propias tensiones y las magnifica. «¿Había un supersoldado negro y jamás me dijiste nada?» reclama Sam a Bucky. La respuesta engloba una historia, un sentido del absurdo, un país real bajo la fantasía.

Por ahora, el mundo de Falcon y el Soldado de Invierno se hace más elaborado. En especial, mucho más interesante en su capacidad para contener varias capas a la vez de significado. El Lobo Blanco de Wakanda se enorgullece de su nombre y hay una consciente necesidad de entender la raíz del nuevo mal que sacude a la sociedad renacida, incómoda e incompleta de una tragedia colosal. ¿Quién salvará el mundo esta vez? Quizás la pregunta sea: ¿Quienes necesitan ser salvados de sí mismos en esta ocasión? Una cuestión que Falcon y el soldado de Invierno parece dispuesto a resolver con una brillante capacidad para unir lugares extraños y duros de un universo más complejo.

Sigue aquí todos los recaps de Falcon y el Soldado de Invierno

Un artículo de Aglaia Berlutti
Montaje de portada: David de la Torre

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