Si es que aún hay alguien que no haya leído a Juan Ramón BiedmaAutofobia es un excelente libro de iniciación para conocer a este grandísimo escritor.

Conocí a este intelectual, transgresor del orden establecido y descaradamente libre, a través de Jesús Lens, mi mentor en cuanto a autores y obras literarias de relieve se refiere. Y a partir de entonces no falta un Biedma en mi biblioteca.

Una de sus muchas virtudes, desde mi punto de vista, es que no lo podemos encasillar dentro de ninguna etiqueta literaria. El escritor me comentaba, en una entrevista que tuve el placer de realizarle, que los críticos y editores veían esto como una dificultad. Para nosotros, habituales devoradores de sus libros, supone todo un lujo.

Leer a Biedma traspasa los limites del placer de la lectura. Y te liberas, sí, porque hay que desinhibirse para adentrarse en los inframundos que este genio de la literatura crea en cada cuento, en cada novela.

Autofobia destaca por su excelente calidad literaria, a estas alturas no cabe duda de la gran maestría de Juan Ramón Biedma, de su narrativa impecable. Pero si a todo esto le sumamos la capacidad de atraparnos en cada relato, lo visceral de cada historia y lo sorprendente de sus finales, tenemos una lectura inquietante, a la vez que adictiva, asegurada.

#Autofobia (@TierraTrivium). Leer a @JRBiedma traspasa los limites del placer de la lectura. Y te liberas, porque hay que desinhibirse para adentrarse en los inframundos de este genio de la literatura. #RecomiendaLeer @pilarmariagr. Share on X

Cada personaje brilla por su peculiar y extraña personalidad, a través de ellos el autor nos sumerge en el lado más oscuro del ser humano, en un viaje hacia la desmitificación del mal, de dimensiones desconocidas. Los protagonistas se enfrentan con esa parte de sí mismos que a todos nos aterra y que desconocemos.

Bienaventurados los marginados, porque de ellos es el universo Biedma

Quizá de ahí venga el título, de la definición de «autofobia» como la respuesta a ese temor a la soledad, no física sino interior, que tenemos las personas; a ese miedo hacia nosotros mismos, al vacío que sentimos ante la existencia, que nos hace intentar esquivar todo aquello que saque lo peor que albergamos en nuestro interior. Y veamos reflejados en los personajes de Autofobia nuestra cara más oculta e indeseable.

En cualquier caso Autofobia transcurre en atmósferas oscuras, sucias, opresivas, pesadas, silenciosas, de misterio… Biedma nos tiene acostumbrados a introducirse en escenarios inmundos, abandonados, allí donde pocos autores se atreven a pisar, él se mete hasta el fango para dar voz a aquellos a los que nadie quiere escuchar. A los desechos del mundo que luchan encarecidamente por hacerse oír y sobrevivir en una sociedad clasista e hipócrita que silencia aquello que no resulta bello a sus ojos. Lo siniestro forma parte del arte y, Biedma, como buen artista, lo sabe.

Traspasa las normas en cuanto a lenguaje y temática, hace una critica y denuncia social de la época en la que transcurren sus historias.

El libro se divide en tres partes: «Autofobia», «El descenso del Padre Full» y «Peor que el purgatorio».

En «Autofobia» el dolor se mezcla con guerra, locura, cábala, brujería, abuso de poder.

En «El Descenso Del Padre Full», un sacerdote irá pecando en cada uno de los relatos, solo que no tendrá propósito de enmienda. Y en «Peor que el purgatorio», desde mi punto de vista, la parte más dura de Autofobia, los malos tratos y la pederastia son protagonistas.

Merece una mención especial en esta parte el precioso y emotivo guiño que Juan Ramón Biedma hace en el relato «Ni Hansel ni Gretel» a Carmen Moreno y a su libro Cuando Dios se equivoca. Con citas como esta:

animales rotos

con la cabeza arrancada

un fragmento de este silencio

en la comisura de los labios

sólo la mujer

queda muerta

y es que

los relojes

acaban por pudrirlo todo

Decía Borges que «Quien lee un cuento sabe o espera leer algo que lo distraiga de su vida cotidiana, que lo haga entrar en un mundo no diré fantástico —muy ambiciosa es la palabra— pero sí ligeramente distinto del mundo de las experiencias comunes».

Esto me ha sucedido con la lectura de Autofobia. Solo matizaría que, en algún cuento, el maestro Biedma sí que me ha hecho entrar en un mundo fantástico —con todos mis respetos hacia el maestro Borges—.

No dejen de leer Autofobia porque si alguien sabrá hacerles salir del mundo de las experiencias comunes, ese es Juan Ramón Biedma.

No dejen de leer #Autofobia (@TierraTrivium) porque si alguien sabrá hacerles salir del mundo de las experiencias comunes, ese es @JRBiedma. Reseña de @pilarmariagr. Share on X

Autofobia

Autofobia

Juan Ramón Biedma

Colección Sangre y Tinta

Grupo Tierra Trivium

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Reseña de Pilar García