La muerte en un naipe de Jimena Tierra es la novena entrega de la serie Sin ficción, compuesta por relatos narrados por periodistas o escritores basándose en hechos reales y que dirige Marta Robles. En su introducción da la clave de este caso:
Siempre me he preguntado qué resulta más temible, si el asesino que mata por celos, venganza o cualquier motivo concreto, o aquel otro que carece por completo de razones para matar, y un buen día descubre que nada le resulta más placentero ni le otorga más poder que ser capaz de hacerlo.
La muerte en un naipe, de Jimena Tierra
En este caso hablamos del famoso caso del asesino de la baraja, cuyo nombre salió de los periódicos.
Alfredo Galán Sotillo es un exmilitar que estuvo de servicio en Bosnia. Un día cualquiera (el 24 de enero de 2003), se levanta y decide matar a alguien. Coge el coche y en una calle desconocida para él, aparca, entra en la casa de una portería y mata a un hombre con un disparo en presencia de su hijo de dos años.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado comienzan una investigación como cualquier otra, sin saber que solo será la primera víctima de un total de nueve. Todas sin ningún motivo ni premeditación.
Jimena Tierra logra captar nuestra atención alternando las noticias de aquellos días con los informes policiales y las declaraciones del propio asesino. Construye un relato muy bien estructurado que, ante todo, refleja el carácter de este asesino en serie y la eficacia y entrega de las Fuerzas de Seguridad españolas. Personas que dejan aparcadas sus vidas para evitar un solo muerto más.
#LaMuerteEnUnNaipe, sobre el tristemente famoso asesino de la baraja. @jimena_tierra construye un relato muy bien estructurado que refleja el carácter de este asesino en serie. @Sin_Ficcion @AlrevesEditor @velasco_maya. Share on X¿Es Alfredo Galán un loco? Sin duda, es un desequilibrado y como sucede en muchos asesinos en serie, un ególatra, o psicópata exhibicionista como se le definió en el juicio, que asesina por puro placer y por su propia notoriedad. Por eso, el 3 de julio de 2003 se entregó en una comisaría de Puertollano, indignado porque no hubieran logrado cazarle.
Sus declaraciones, que cambiaban a menudo, nos dejan atónitos, su frialdad ante la muerte de seres humanos, su falta de escrúpulos y de culpa… Es muy difícil entender a este tipo de monstruos:
Estaba sentado junto a la tele, se me ocurrió y ya está. Era matar por matar.
La muerte en un naipe, de Jimena Tierra
Las víctimas son elegidas al azar, una parada de autobús, un bar cualquiera. En el segundo caso apareció por casualidad un naipe. La prensa lo publicó y bautizo a nuestro asesino, que empezó a dejarlos como su firma en cada escenario, todas con un puntito azul pintado en el reverso.
Tras cambiar sus declaraciones en varias ocasiones, Alfredo Galán Sotillo fue condenado a un pago de 609.182 euros por daños morales y lesiones, así como a una pena de prisión de ciento cuarenta y dos años. En menos de diez años estará libre.
La muerte en un naipe es un buen ejemplo del true crime español, un género que cada vez cobra más fuerza.
Una lectura muy recomendable.
#LaMuerteEnUnNaipe, de @jimena_tierra es un buen ejemplo del #truecrime español, un género que cada vez cobra más fuerza. #LibroRecomendado por @velasco_maya @Sin_Ficcion @AlrevesEditor Share on X
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