Acabo de leer La reina de punk, de Susana Hernández. No sabía quién era Nancy Spungen. El punk no me interesaba lo más mínimo, aunque debo reconocer que aquella «God save the Queen» y su puesta en escena estrafalaria me cautivaron. Creí que sería una moda pasajera y, al transcurrir los años, me di cuenta de que, en realidad, era una forma de vida. En el fondo sentía un poco de envidia porque yo era muy activista en todos los sentidos, pero claro, de boquilla: joven, revolucionaria, protestona…, pero había que comer y a pedir trabajo no se puede ir de cualquier manera. En ese momento terminó mi romance con este movimiento que aún hoy, sigue conservando esa idea utópica de que podemos hacer lo que queramos y saltarnos las normas sin pagar un precio, a veces, demasiado alto.

En La reina del punk, Susana Hernández nos cuenta la historia de Nancy Spungen, pareja sentimental del vocalista de Sex Pistols, Sid Vicius, como si de un diario se tratara, con dos protagonistas que introducen dos tramas bien diferenciadas: por una parte, Nancy, que nos habla de su historia desde los once años; y por otra, Ariadna, periodista a la que le encargan escribir sobre la muerte de la groupie.

Hoy, la opinión de una lectora: @ceciliaherreros nos habla sobre La reina del punk: la historia de Nancy Spungen. ¿Una inadaptada o una víctima de la sociedad de la época? #Novela de @shernandezbarna. @Redbook_Ed. Clic para tuitear

Nancy Spungen: El infierno estaba dentro de mí

La reina del punk, de Susana Hernández

A lo largo de La reina del punk vamos descubriendo el drama personal de Nancy, que por no haberle sido diagnosticada a tiempo la enfermedad que padecía, todo el  mundo —incluso su propia familia— confundía su forma de actuar con un carácter revolucionario, transgresor y, en muchas ocasiones, delictivo. Así, saltándose las normas, entró en una espiral de violencia, sexo y drogas.

No quería ir a otra facultad, no quería tratar de vivir una vida como la de los demás, así nunca sería totalmente aceptada. Mi lugar estaba en otra parte, con otra gente. Mi vida sería corta pero fulgurante y  mi nombre se recordaría para siempre.

Nancy murió a los 21 años. ¿Asesinato? ¿Quién fue el asesino? ¿Por qué? Hay muchísimas incógnitas que quedan por resolver alrededor de este asesinato y a través de La reina del punk vamos atando cabos e intuimos algunas de sus claves.

Ariadna tiene un papel muy importante en la trama, ya que nos cuenta, también en primera persona, su periplo por los lugares por donde ha transitado la historia de Nancy y en algún momento de la narración, existen ciertos paralelismo y similitudes en sus vidas: Ariadna ha estado casada con un renombrado músico, su hijo coquetea con las drogas, lo que también hace que se replantee su vida y sus circunstancias personales, una vez haya entregado el reportaje que le han encargado sobre la vida de Nancy Spungen.

Como siempre, la prosa de Susana Hernández nos introduce en las historias que escribe de una manera muy peculiar, porque, es tan fácil entender y meterte en la novela, que vives literalmente el sufrimiento y las alegrías de los personajes, y el interés por descubrir el final hace que no quieras perder un minuto en llegar al desenlace. Un acierto ha sido también la manera de contarlo en primera persona y a modo de diario, ya que, en ellos escribimos emociones que son muy difíciles de contar en voz alta, por eso resulta tan interesante leer en todo momento lo que sienten los personajes y cómo se desnudan literariamente.

En La reina del punk descubriremos el drama personal de Nancy Spungen: su enfermedad no diagnosticada, su relación con Sid Vicious y las claves de su trágica muerte. @shernandezbarna. @Redbook_Ed #RecomiendaLeer: @ceciliaherreros. Clic para tuitear

Por último un párrafo que para mí dice mucho de todo lo que pasaba por la cabeza de Nancy.

El Chelsea sería nuestro hogar y nuestra base de operaciones.
Me di cuenta en los primeros días de regresar que yo ya no era la misma Nancy que se marchó de allí un año y medio antes. Habia visto mucho, había  vivido mucho, tomado muchas drogas y viajado. Era más sabia, más mayor, más vacía de esperanzas. Creo que me di cuenta en Nueva York que ni todo el amor del mundo podría salvarme. Me sentía afortunada por amar a Sid y ser amada profundamente por él, pero el amor, al contrario de lo que un día pensé, no era un salvavidas, ni una salida del infierno. Por fin lo comprendí.
El infierno estaba dentro de mí.

 

Reseña: La reina del punk, de Susana Hernández

 

 

La reina del punk

Susana Hernández

Redbook Ediciones

Comprar AQUÍ

 

 

 

 

Cecilia Herreros en El rincón del lector