John Walker (Wyatt Russell) empuña el escudo para romper por completo el símbolo del Capitán América. El capítulo cuatro de Falcon y el soldado de Invierno, titulado de forma apropiada «El mundo está mirando» revela no sólo el rostro oculto del poder (y en más de una forma), sino la siniestra cualidad de lo metafórico de un mundo herido. El bien y el mal se encuentran en disputa, pero más allá de eso, el ideal está ahora en mitad de una batalla de intereses. El mundo ha perdido su inocencia y también uno de los grandes defensores de la bondad ideal del mundo marvelita.
#FalconyelSoldadodeInvierno: Episodio 4. El mundo observa el desmoronamiento de los ideales encarnados por Steve Rogers. #JohnWalker, la mano que empuña el escudo. Los sumarios de @Aglaia_Berlutti. Share on X¡ALERTA: SUPERSPOILERS!
Episodio 4: los héroes caídos y el escudo roto
Una de las primeras películas de la primera fase del Universo cinematográfico de Marvel fue Capitán América: el primer vengador de Joe Johnston. Estrenada en el 2011, mostró al héroe norteamericano por antonomasia en todo su melancólico y poderoso esplendor. Porque el Steve Rogers interpretado por Chris Evans encarnaba no sólo los ideales estadounidenses de una forma sentida e integra, sino que brindó al personaje un lustre digno que honró su versión en cómic. En una de las escenas emblemáticas del film, el todavía pequeño y frágil Steve se arrojó sin pensar sobre una granada para salvar a sus compañeros de una muerte segura. Fue el gesto que le convirtió en héroe y poco después, en mito.
En el cuarto capítulo de Falcon y el Soldado de Invierno el ciclo de ese brillo patriótico y noble se completa en un escalofriante reverso oscuro. En quizás una de las escenas más duras de toda la franquicia Marvelita, John Walker empuña el escudo que lleva al brazo y no para representar la metáfora de un país en un busca de una forma de bondad, sino para matar. Y lo hace, tal y como el título del capítulo indica, frente a los ojos del mundo. De pie, con el uniforme a barras y estrellas denigrado por un crimen y el escudo cubierto de sangre, el personaje destruyó no sólo el legado imperecedero de Steve Rogers, sino que convierte el destino de su herencia en un enigma sin respuesta. Mientras las pantallas de los móviles de una multitud aterrorizada captaba su furia, el nuevo rostro de un héroe roto parece ser el reflejo real del mundo post Thanos. Un apocalipsis que arrasó no sólo las esperanzas de buena parte de los sobrevivientes, sino que sacudió por completo la idea sobre el mundo como parte de un concepto más amplio hasta los cimientos.
El conflicto que plantea Falcon y el Soldado de Invierno es aterrador quizás por ese motivo. El capítulo mostró no sólo las profundidades de la organización terrorista Flag Smashers, sino las motivaciones de Karli Morgenthau (Erin Kellyman) en una lucha de poder que avanza hacia caminos desesperados y violentos. Poco a poco, la serie deja claro que el bien y el mal en el futuro Marvelita son matices de una idea degradada y rudimentaria. Una además, que convierte a todos sus personajes en alegorías de la pérdida, el luto y el temor. Si Morgenthau aborda la crisis de un mundo en que las fronteras se convirtieron en límites criminales, tanto Sam (Anthony Mackie) como Bucky (Sebastian Stan) deben enfrentar el miedo de esa ruptura quizás irreparable. Al otro, John Walker se alza como una retorcida versión de la exigencia y el ideal, devastado y arrasado por la concepción del poder que indica, define y reconstruye la concepción del honor y el bien.
En el cuarto capítulo de #FalconyelSoldadodeInvierno el ciclo de ese brillo patriótico y noble se completa en un escalofriante reverso oscuro. #Recap del #episodio4 por @Aglaia_Berlutti. Share on XEl episodio estuvo lleno de percepciones sobre las infinitas graduaciones del mal. Desde los refugiados o «personas desplazadas internacionalmente» como les llamó una de las víctimas del caos que provocó el regreso de la mitad de la población mundial, hasta la noción sobre el abuso del poder encarnado por el Consejo de Repatriación Global, la serie se movió en direcciones angustiosas sobre la lealtad y la percepción sobre el poder y sus aristas. Sam, frágil y confuso, de pronto lleva sobre sus hombros las grandes preguntas que analizan las series ¿quién está en lo correcto en un mundo abrumado por una emergencia colosal y de consecuencias incalculables? De pronto, este gran escenario resquebrajado de sufrimientos y víctimas, amplía la mirada limpia sobre el dolor de Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen) en WandaVision. No hay lugar para la búsqueda de ideales en medio de un debate sin sustancia sobre el mal. ¿Quienes son los villanos y los héroes en una confrontación entre víctimas?
Como si todo lo anterior no fuera suficiente, la aparición de las Dora Milaje se convierte en punto de inflexión y vinculó no sólo el pasado doloroso de Bucky, sino que mostró el poderío del Reino Africano como un poder más allá del poder. «Las Dora Milaje tienen jurisdicción dondequiera que se encuentren las Dora Milaje» es la frase que define a una de las escenas centrales del episodio y quizás, el sentido que en la serie tendrá el poder de Wakanda. ¿Quiere decir que en el futuro veremos más del cuerpo de élite del país y sin duda, su influencia sobre el mundo posapocalíptico? Aun con la incógnita de cuál será la decisión de Marvel sobre el futuro del personaje de T’Challa (interpretado por el fallecido Chadwick Boseman) la interrogante cobra un nuevo valor e importancia.
Por supuesto, el Baron Zemo (Daniel Brühl) comienza a mostrar con más claridad sus intenciones. El principal abanderado de un mundo sin héroes es quizás la cínica mirada que completa la noción sobre el comportamiento de John Walker y su confusa importancia. También es la presencia ambigua de Zemo, la que apunta a la idea de que el verdadero villano en Falcon y el Soldado de Invierno es una personalidad mucho más compleja que la de una némesis. ¿Qué ocurrirá cuando finalmente el Baron descubra sus lealtades, intenciones y actúe en consecuencia? ¿intervendrá Wakanda en una situación semejante?
Para la última escena del capítulo es evidente que el mundo en cenizas que Thanos soñó, de una u otra forma se hizo realidad. Sam y Bucky observan desde la distancia los ideales caídos, la pérdida de esa frágil pátina de honor y el propósito que Steve Rogers encarnó una vez. Un nuevo tipo de mal ha llegado. Y con él, la visión inquietante de un nueva realidad rota a pedazos.
#FalconyelSoldadodeInvierno: los héroes caídos y el escudo roto. Un nuevo tipo de mal ha llegado. Y con él, la visión inquietante de un nueva realidad rota a pedazos. #Recap del #episodio4 por @Aglaia_Berlutti. Share on X Sigue aquí todos los recaps de Falcon y el Soldado de Invierno
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