Lo primero que sorprende de la serie Kingdom (Kim Seong-hun para Netflix), es su capacidad para entrelazar temas en apariencia dispares en un argumento sólido: la historia va desde los entresijos de una corte corrupta y una persecución zombi a complicados conflictos morales, con una elegancia que sorprende. Se trata de una inteligente mirada a lo que ocurre debajo de las dimensiones más incómodas del poder y también, una astuta perspectiva del miedo y el desarraigo a través de la figura del zombi. El resultado es una de las series más curiosas del catálogo de Netflix, que además tiene la particularidad de construir un universo propio de considerables vastedad y riqueza.
Kingdom, una historia medieval sobre el poder y a la vez una #monstermovie que apasionará a los amantes de las series diferentes. Puedes verla en @netflix y @NetflixEs. #Reseña de @Aglaia_Berlutti. Share on XBasada en el webcomic The Kingdom of the Gods de Kim Eun-hee con ilustraciones de Yang Kyung-il, este frenético recorrido histórico atraviesa la Dinastía Joseon de Corea, unos años después de la invasión japonesa de la nación, para luego construir lo que es quizás la versión más meticulosa e inquietante sobre la mitología alrededor de la muerte y los monstruos que la habitan, que haya realizado cualquier show de su estilo. Para el argumento de Kingdom el hecho de lo misterioso es una combinación entre los matices de la oscuridad de sus personajes y un tenebroso recorrido a través de las leyendas rurales de Corea.
Pero por supuesto, Kingdom es un producto televisivo que hace honor a su natal Corea: se trata de un espectáculo lleno del brillo, drama y momentos grotescos, muy semejantes a lo que las producciones del país nos tienen acostumbrados. La serie comienza con una intriga palaciega que de inmediato contextualiza lo que vendrá después y además, logra construir una tensión alrededor de lo que no podemos ver, que poco a poco se convierte en un efectivo recurso para narrar pequeños detalles históricos de enorme valor anecdótico. Kingdom está llena de la percepción sobre el mal latente, pero no sólo el sobrenatural — que se esconde y acecha— sino también, el que anima y sostiene a varios personajes. El argumento toma la osada decisión de crear una visión dual sobre la moral y la amenaza perenne desde una mirada casi invisible a través de historias del trasfondo. Kingdom no es una serie común y lo deja claro a partir de sus primeras escenas, en las que el miedo se manifiesta en una atmósfera enrarecida e inexplicable. Entre la noción de la muerte asiática y la connotación de la cultura coreana sobre el poder y la riqueza, Kingdom avanza a través de una oscuridad marginal que el guion aprovecha para crear una versión del miedo que resulta profundamente original.
Kingdom es una #serie que hace honor a su natal Corea: se trata de un espectáculo lleno del brillo, drama y momentos grotescos, muy semejantes a lo que las producciones del país nos tienen acostumbrados. @Aglaia_Berlutti Share on XEs curioso que Kingdom — que se estrenó en enero a través de la plataforma de Netflix — juegue con los elementos que en la actualidad, forman parte del ánimo mundial provocado por la emergencia sanitaria del coronavirus. A medida que la plaga misteriosa que no distingue entre reyes y campesinos avanza a través del país, la percepción sobre el miedo a lo desconocido se hace cada vez más escalofriante. Un recorrido por los espacios desconocidos de la incertidumbre y la fugacidad de la vida humana. Aunque Kingdom pareciera prestar especial atención al elemento brutal y sobrenatural de su guion, en realidad la historia está más interesada en reflexionar con cierta dureza sobre la forma en que el ser humano se hace vulnerable a lo que teme, se esconde y se manifiesta desde las sombras en las que se ocultan sus peores horrores.
La extraña combinación entre una trama de poder y a la vez una monster movie al uso, convierte a Kingdom en un juego de géneros que resulta efectivo gracias a la pulcritud de las lineas argumentales y a la forma en que logra sostener una narración densa, intrincada y desconcertante. Para la serie es de particular importancia que el realismo histórico que maneja tenga también un evidente consonancia con el discurso que late el fondo de los estilizados monstruos que corren en la oscuridad. No se trata de una serie que medita sobre el apetito de carne de los zombies, pero tampoco la desdeña por completo. A la vez, las intrigas detrás del poder, el peligro constante de la violencia y lo que se trama más allá de las intrigas de palacio y las puertas cerradas de los poderosos, sostienen una metáfora convincente acerca de los verdaderos apetitos oscuros que el argumento muestra con pulso impecable.
Kingdom tiene la extraña necesidad de romper el estereotipo de zombis que las franquicias The Walking Dead y otras semejantes han popularizado en cine y televisión. No sólo lo hace, sino que agrega al mito su particular visión sobre los no muertos en medio de una cultura que está convencida sobre la oscuridad que espera luego de la muerte. Y aunque retoma la mayoría de los clichés y puntos altos del género — en algunas ocasiones, las espeluznantes escenas de zombis persiguiendo sus víctimas a través de la hierba alta, recuerdan las esmeradas visiones sobre el miedo de la película Tren a Busan de Yeon Sang-ho — la serie toma la inteligente decisión de crear una mitología que apuntala en un ingenioso giro narrativo. Hacia los capítulos finales de la serie, la narración sobre el maligno y las tinieblas interiores se muestra desde un ángulo por completo nuevo al que Kingdom saca un espléndido e inteligente provecho.
Kingdom rompe el estereotipo de #zombis que las franquicias tipo #TheWalkingDead han popularizado en #cine y #televisión, creando una mitología que apuntala en un ingenioso giro narrativo. @Aglaia_Berlutti. Share on XKingdom, en toda su gloria de serie de género, presta especial atención a los pequeños hilos invisibles, que se mueven detrás de las criaturas que gruñen y corren a primera vista. Cuando el poder falla y lo sobrenatural es imparable, el escenario que resulta es quizás más aterrador que cualquier otra cosa. Una idea mixta y de profundas ramificaciones que Kingdom analiza con especial habilidad y equilibrio. Entre conspiraciones, una inquietante plaga de muertos vivientes y la imparable codicia del mundo de los hombres, Kingdom es un recorrido por los lugares sombríos de una cultura refractaria pero también de los horrores con los que cualquiera puede identificarse. Sobre todo y aunque parezca improbable en la actualidad.
Un artículo de Aglaia Berlutti
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