Salmo de tu cuerpo, poemario de Isabel Blanco Ollero publicado en dos mil ocho, es traspasado por el mito griego de Teseo y el minotauro. Es bastante conocido, pero recordemos cómo Teseo logra matar al minotauro —escondido en una laberíntica gruta de la isla de Minos— gracias a la colaboración de Ariadna, quien facilita al héroe un puñal con el que atravesar su corazón y un ovillo de hilo con el que encontrar la salida del laberinto. Era de esperar que, tras semejante hazaña, ambos jóvenes acabaran enamorándose (Ariadna tiene toda la pinta de estarlo ya); no resultaría descabellado, y más siendo ella una hija del rey Minos. Pero Teseo, tras rescatar a sus compañeros de la gruta y salir usando el ovillo, despliega las velas de su nave y regresa victorioso a Atenas después de abandonar a Ariadna en la isla de Naxos.

Lástima del linaje huido de tu rostro / de tus ojos valientes / olvidados en la casa del miedo

Salmo de tu cuerpo, Isabel Blanco Ollero
Lástima del linaje huido de tu rostro / de tus ojos valientes / olvidados en la casa del miedo. #Salmo de tu cuerpo, versos doloridos de Isabel Blanco Ollero. #poesía Reseña de Manu López Marañón Share on X

Isabel Blanco quiere fijarse especialmente en este desencuentro entre Teseo y Ariadna tras la muerte de la bestia para hacer de ello algo evidentemente simbólico. Así, sus desolados poemas van a versar sobre los recuerdos del amor perdido, un amor cuyos momentos de felicidad —siempre fugaces— no consiguen superar la sensación de dolor (angustia, en no pocos versos) que ha provocado la pérdida de ese amante fugaz con quien podría haberse gozado una apasionada existencia. En algunas composiciones se recrean vívidos encuentros amorosos, pero siempre con la amenaza, pendiendo sobre ellos como el filo del puñal de Ariadna, de una inminente partida o de la engañosa pasión la cual, colmada, pareciera estar solo interesada en su rápida difuminación. A esta fugacidad se intenta oponer, con desbocada imaginación, la posibilidad de un retorno al paraíso terrenal: pero claro, nos encontramos ya en el terreno de los sueños: la plenitud sostenida en el amor humano y físico resulta quimérica, y el encuentro deseado no se produce; menos aquella añorada —por casi milagrosa— fusión amorosa de los cuerpos…

Por alguna razón anhelada de espejos / que se adueñan de nosotros / somos lenguaje de renuncias

Salmo de tu cuerpo, Isabel Blanco Ollero

¿Y entonces? La capacidad de añorar tendrá su límite y la única manera de romper ese estado de asténico encantamiento solo puede darla la actividad, el tráfago. En el caso de aquellos privilegiados a quienes ha sido dada la capacidad de crear, la autora escribe en la introducción de este libro peligrosamente memorable: «El procedimiento creativo puede llegar a ser agónico, pero lleva inherente un escape existencial que compensa a todo creador». Y da como fruto, y ahora para aprovechamiento de la población en general, «este arte tan necesario —incomprendido en los tiempos actuales— como es la poesía, que despierta conciencias y el yo desconocido que todos, absolutamente todos, llevamos dentro».

 

La #poesía, un arte necesario pero incomprendido que despierta conciencias y el yo desconocido que todos llevamos dentro. Décimo aniversario de #Salmo de tu cuerpo de Isabel Blanco Ollero. Manu López Marañón Share on X

 

Salmo de tu cuerpo, de Isabel Blanco Ollero 2

 

Salmo de tu cuerpo

Isabel Blanco Ollero
Sandemaya 2008
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Reseña de Manu López Marañón