La distopía suele mostrar hechos terribles a décadas (quizás siglos) de distancia. Una advertencia inquietante sobre la repercusión a largo plazo de nuestras acciones y decisiones. Después de todo, se trata de imaginar el futuro, pero desde la peor de las expectativas; de los dolores y terrores sobre los que sólo podemos fantasear tan a la distancia, que resultan catástrofes Years and Years, una advertencia inquietantemetafóricas, alegóricas o en el mejor de los casos, moralistas. Si la utopía es un sueño cultural, sería justo decir que la distopía es una pesadilla en toda regla.
La serie Years and Years (Russell T. Davies para BBC y HBO) eleva la apuesta y la hace más retorcida: sin duda se trata de una distopía, pero, también, de un juego de símbolos que la convierten en una retorcida versión de cualquier expectativa del futuro cercano. Una imagen instantánea de una realidad tan reconocible y cruel que resulta inquietante por el solo hecho de su posibilidad. Desde la premisa de narrar la transición histórica de una década, la serie reflexiona sobre el poder político, los terrores tecnológicos, el desarraigo moderno y los miedos colectivos desde una perspectiva poderosa que la convierte en un alegato inteligente y mordaz, más allá de cualquier intención de moralizar o pontificar. Desde la candidata populista interpretada por Emma Thompson, hasta los dolores de la familia Lyons, la realidad en Years and Years es un fascinante tapiz de un futuro que está ocurriendo a diario en las redes sociales, las páginas de los periódicos e incluso, en el veloz entramado de las relaciones de poder actuales. De modo que la distopía se entrecruza con una visión reconocible de la realidad, con una serie de hilos que conectan a los personajes — y a los espectadores — con una percepción de lo inmediato que resulta desconcertante. ¿Es Years and Years una crítica? ¿Es un poderoso híbrido entre la ciencia ficción y la especulación de los problemas reales que atraviesa el mundo actual?
#YearsandYears, la #serie que especula sobre los problemas de un futuro cercano y muy posible a través de una distopía inquietante e inteligente. #Recomendación de @Aglaia_Berlutti #seriesHBO #HBO. Share on X
Years and Years, mucho más que una crítica
Es eso y mucho más. Bajo su inofensiva apariencia de drama tradicional, la serie recorre tópicos a través de una violenta e inusual reflexión sobre el presente que se transforma en una sociedad de cambios acelerados. Desde el escenario político convertido en una extraña combinación de espectáculo y decadencia — y con un parecido preocupante a la mayoría de las democracias actuales — hasta el conato de guerra entre China y EEUU durante un hipotético segundo mandato de Donald Trump, Years and Years es una tramposa narración en segundo plano de una transformación cultural total y de imprevisibles consecuencias. Una y otra vez, la serie se toma el atrevimiento de la predicción, sobre la base de asumir la cultura como mutable y también, como una relación tardía entre lo que parece imposible y algo más temible, oculto bajo la engañosa ilusión de la probabilidad. Como si se tratara de un aterrador sustrato de una hipótesis fallida, Years and Years cuenta el futuro, pero, en realidad, transita los extraños espacios de un tiempo tan cercano y reconocible como confuso.
Y es ese espacio inclasificable, el que utiliza la serie para analizar la vida cotidiana, una extrapolación improbable que convierte el guion en un inspirado recorrido por lo moral, lo singular y las percepciones sobre un concepto universal de lo social. En el primer capítulo, Norteamérica dispara un misil nuclear. Pero también, hay infidelidades, una cita fallida en la que un robot demuestra, con la simplicidad estúpida de la inteligencia artificial, las perversiones ocultas de su dueño. Una niña insiste en llamarse «transhumana», el mundo se viene abajo con una rapidez de vértigo. Y mientras todo esto ocurre — a la vez y en planos inmediatos — Years and Years encuentra la inspirada complejidad de elaborar un discurso de brutal crudeza sobre la mezquindad espiritual de nuestra época, la soledad escindida de ciudadanos que tienen acceso a todo tipo de bondades del primer mundo, pero, a la vez, deben enfrentarse a las miserias de lo que se esconde bajo su decadencia.
Cuando Mike Pence aparece en las pantallas de televisión para suceder a Trump, la serie parece burlarse de la geopolítica mundial. Después de todo, el EEUU de Years and Years es el antagonista violento de una batalla a ciegas en la periferia. Pero en realidad, hace algo más: brinda un contexto durísimo al hecho que, en el trasfondo, el poder siempre es el poder. Bajo su puño, antes o después, en el presente o en el futuro inmediato, la versión de la realidad contra la que debemos batallar se transforma en medio del miedo y algo más sofisticado. En la Inglaterra marchita tras el Brexit, aplastada por una crisis de refugiados a gran escala, el amor prospera y, también, las pequeñas eventualidades familiares. Las tragedias y esperanzas que se entrelazan para crear un fresco vívido sobre la identidad de nuestra época o al menos, la que está a punto de nacer.
#YearsandYears y su inspirada complejidad de elaborar un discurso de brutal crudeza sobre la mezquindad espiritual de nuestra época. #Crítica de @Aglaia_Berlutti #seriesHBO #HBO. Share on XY en el centro de todos estos movimientos telúricos, se encuentra una familia de Manchester, los Lyons. El guion asume el reto de retratar a la clase trabajadora y media de Inglaterra desde cierto sentido del humor profano y, también, de una combinación de virtudes casi entrañables. Pero también hay oscuridad. Los cuatro hermanos Lyons son un recorrido hacia la identidad británica y la frugalidad dispareja de la vida moderna. Y mientras uno de los hermanos decide correr a mitad de un ataque nuclear para hacer el amor con el hombre de quien se enamoró y el otro debe luchar contra la derrota financiera desde la desesperanza, la serie se hace severas preguntas sobre la individualidad en un momento histórico en que lo social es una experiencia colectiva. ¿Hacia dónde vamos? ¿qué esperamos? Years and Years no brinda esperanzas, no tiene una mirada amable. Pero tampoco una especialmente dura. Y ese precario equilibrio es lo que hace de la serie un peculiar recorrido por la versión de la realidad actual. Una serie de predicciones que se cumplen con tanta rapidez que construyen una línea inestable que conecta a la serie con lo que ocurre al otro lado de la pantalla.
Como Showrunner, Russell T. Davies (la mente ingeniosa detrás de Queer as folk y A Very English Scandal) sabe analizar la complejidad del espíritu humano a través de una mirada intrépida sobre sus matices. De modo que logra avanzar quince años en apenas seis capítulos, entremezclando a partes iguales lo que ocurre en la gran visión de las cosas — con Emma Thompson sonriendo con un gesto cínico hacia las cámaras, a la vez que uno de los Lyons muere en mitad de una terrorífica, dolorosa y realista secuencia — y también, desarrollar con especial cuidado a sus personajes. La combinación crea un recorrido vertiginoso por el presente, por el futuro inevitable, pero a la vez, los pequeños secretos que hacen casi posible asimilar ese lento avance hacia un porvenir triunfo. Una combinación que la serie logra crear con un formidable pulso narrativo y emocional.
¿Qué nos espera en el futuro? Nadie lo sabe, pero quizás, Years and Years sea la versión más cercana a lo que podemos esperar.
¿Qué nos espera en el futuro? Nadie lo sabe, pero quizás, #YearsandYears sea la versión más cercana a lo que podemos esperar. #Recomendación de @Aglaia_Berlutti #seriesHBO #HBO. Share on X
Aglaia Berlutti
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