Su mundo es la lectura, si es negra y criminal, mejor. Hoy damos la bienvenida a Charo González Herrera, que «aluniza» en Revista MoonMagazine con reseña de El montacargas, del francés Frédéric Dard. También podremos escucharla a través de su canal de Youtube.

Reseña: El montacargas, de Frédéric Dard

Las reediciones de obras clásicas te llevan a remover tu memoria y tu biblioteca y encontrar tesoros que tenías olvidados. Eso es lo que me ha pasado con El montacargas, reeditado ahora por Siruela, y que en 1963 nos llegó de la mano de la Editorial Toray, en la colección Hurón, Serie Policiaca.

El montacargas, de Frédéric Dard. Un clásico policiaco reeditado por Siruela

El montacargas es una pequeña gran novela. Una obra llena de ingenio y suspense. Escrita en primera persona, narra las vicisitudes de un joven, Albert, que regresa a su casa en un barrio de París. Allí solo le espera la soledad de un apartamento vacío y sin su madre, que ha fallecido mientras él estaba en prisión. Conoce a la señora Dravet y a su pequeña hija Lucienne. Es Nochebuena. Él está solo. Ellas también. Y a partir de aquí, el lector entra en una espiral de engaños, juegos, intrigas y misterio que es difícil de resolver.

Escrita por Frédéric Dard en 1961, El montacargas nos lleva a un París prácticamente irreconocible y, sin embargo, cercano. Un París en el que es fácil pensar que en el Quais des Orfebres están el Comisario Maigret y su ayudante Janvier. Un París al que el autor, cogiéndonos de la mano, nos lleva a pasear y a adentrarnos en su fisonomía y las costumbres de la época.

El montacargas, de Frédéric Dard. Pequeña gran #novela, llena de ingenio y suspense. Excelente apuesta de @edicionesiruela, que recupera un clásico que te llevará al París de los 60 en una espiral de engaños y misterio. @charoglez4. Clic para tuitear

Los personajes están muy bien dibujados, con un Albert torturado por el crimen que cometió, y la señora Dravet que es la femme fatale de la historia. Femme fatale que me ha recordado sobremanera a la Juna de Joc brut de Manuel de Pedrolo, e incluso a la Dora de El cartero siempre llama dos veces de James M.Cain.

El montacargas, con su sube y baja, como espacio cerrado, convirtiéndose en un prestidigitador y en un elemento esencial de la trama.

Una novela que aguanta muy bien el paso del tiempo. En ningún momento se hace lejana, todo lo contrario. Una muy buena apuesta de Siruela por recuperar a un autor que para el gran público, entre el cual me incluyo, estaba desaparecido e incluso desconocido.

Llevada al cine en 1962, con guion del mismo autor y dirigida por Marcel Blüwal, que venía de rodar Las bodas de Figaró, es una película que se repone habitualmente en el país vecino.

El montacargas, de Frédéric Dard. Un clásico policiaco reeditado por Siruela 1

Frédéric Dard nació en 1921 y falleció en el 2000. Hijo de una familia humilde francesa, se trasladaron a Lyon donde Fréderic, y gracias a su abuela, fue un lector incansable. Padre de tres hijos biológicos y uno adoptado fruto de dos matrimonios, sufrió el secuestro de una de sus hijas en 1983, por la que pagó un rescate millonario que acabó con su liberación y con el secuestrador detenido.

Fue un autor con un grandísimo éxito entre el público. Más de 200 millones de ejemplares de sus más de 300 libros escritos, bajo diversos seudónimos, de los cuales 175 pertenecen a la colección del comisario Antoine San-Antonio, que las firmaba con el mismo nombre de San Antonio. Un policía perteneciente a los servicios secretos franceses, que vive con su madre a la que involucra en alguna de sus investigaciones, mujeriego, bebedor y elegante narcisista. Una especie de James Bond a la francesa del que me han entrado muchas ganas de leer. Fueron adaptadas en cuatro ocasiones al cine.

#Reseña de El montacargas, @edicionesiruela. @charoglez4 también te lo cuenta en su canal de @YouTube. https://youtu.be/c8iIf5jI6oY #NovelaNegra #Youtuber. Clic para tuitear

 

 

 

El montacargas, de Frédéric Dard. Un clásico policiaco reeditado por Siruela 2

 

El montacargas

Frédéric Dard

Ediciones Siruela, 2019

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Reseña de Charo González Herrera

Portada de la reseña: David de la Torre