Tiempos recios no es La fiesta del chivo, pero su cercanía y sus recuerdos están ahí. Y claro, acercarse a la genialidad de la novela sobre Rafael Leónidas Trujillo, el dictador dominicano, es para estar satisfechos.

Soy un entusiasta de la obra de Mario Vargas Llosa. Sobre todo de sus novelas clásicas y más reconocidas: Conversación en la Catedral, La ciudad y los perros, La casa verde, La guerra del fin del mundo, Lituma en los Andes y claro, La fiesta del chivo.

Con Tiempos recios, Vargas Llosa regresa a esas obras que tanto le caracterizaron; en las que, en torno a las dictaduras, las corruptelas e injerencias de potencias interesadas, nos narra la lucha por la justicia y la libertad, ante la desesperanza de la gente sencilla.

Con #TiemposRecios Vargas Llosa regresa a esas obras que tanto le caracterizaron. Entre dictaduras y corruptelas de las potencias, narra la lucha por la justicia y la libertad. @megustaleer @Alfaguara_es @JuanInfante10. Clic para tuitear

La novela transcurre en la Guatemala de los años cincuenta, en la que Estados Unidos, utilizando sus servicios de inteligencia derroca al gobierno legítimo de Jacobo Arbenz. Como siempre, se acusa a Guatemala de ser una vía de entrada del comunismo soviético.

Pero junto al trasfondo político, se desarrolla la historia de Marta Borrero, que, como Urania en La fiesta del chivo, tiene una presencia estelar y su personalidad y ambición nos acompaña a lo largo de toda la novela.

Hay otros personajes, incluso los secundarios, con mucha fuerza: el golpista Carlos Castillo Armas, Jonny Abbes Garcia —el hombre de Trujillo— o el embajador americano John Peurifoy, que permiten dar realismo y credibilidad a toda la historia.

La novela transcurre en unos años donde Eisenhower preside Estados Unidos, Trujillo la República Dominicana, los Somoza Nicaragua, Duvalier Haití y en la Cuba de Fulgencio Batista, en julio de 1953 se levantó en Santiago, un estudiante de derecho llamado Fidel Castro con el asalto al cuartel de la Moncada.

La prosa de Vargas Llosa sigue sorprendiendo; conjuga esa maestría en la utilización de un lenguaje rico, variado, original, tan propio de los buenos escritores hispanoamericanos, con la capacidad para saltar en la narración de época y de historia, al mismo tiempo que te mantiene en vilo en una trama, como si fuera una novela de aventuras.

La prosa de Vargas Llosa sigue sorprendiendo, como su capacidad de saltar en la narración de época y de historia mientras te mantiene en vilo como en una novela de aventuras. #TiemposRecios. @megustaleer @Alfaguara_es @JuanInfante10. Clic para tuitear

Ha sido un placer volver a leer al escritor de Arequipa con una novela suya, de las de siempre.

 

Tiempos recios: Vargas Llosa vuelve a las novelas que le caracterizaron

 

 

Tiempos recios

Mario Vargas Llosa

Alfaguara, 2019

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Juan Infante

Abogado y escritor. Bilbao

Montaje: David de la Torre