Ursula K. Le Guin, la mano izquierda de la ciencia ficción
La muerte de Ursula K. Le Guin ha caído como una losa sobre los aficionados a la ciencia ficción y la fantasía, y a la buena literatura en general. Duele más por haber fallecido sin obtener el Premio Nobel de Literatura. Maldición compartida con otros grandes autores del ámbito de la literatura proyectiva como Stanislaw Lem o Jorge Luis Borges. Tras su deceso, son varios los homenajes y las reseñas que se están publicando en los medios. Yo me centraré en exponer sucintamente algunas de las razones que explican su importancia en el género literario de la ciencia ficción. La discusión sobre la relevancia de su obra de fantasía, también extensa e importante, requeriría de un artículo independiente.
La muerte de #UrsulaKLeGuin duele más por haber fallecido sin obtener el Premio Nobel de Literatura. Este es un pequeño #homenaje desde un punto de vista diferente a los tópicos habituales. @jm_uria Share on XEn su producción de narraciones de ciencia ficción destacan las que forman el Ciclo del Ekumen, que describe el proceso de contacto e interacción cultural entre diferentes especies humanas que habitan nuestra galaxia, y la creación de una federación galáctica de mundos habitados que aporta el título al ciclo narrativo. Un trasfondo para el desarrollo de reflexiones en torno a los problemas del choque de culturas, la ecología, los conflictos raciales o políticos. Pero sin que el fondo afecte a la forma de sus preciosos cuentos. Los mismos que podrían ser relatados ante un fuego a pesar de que transcurren en civilizaciones que dominan el viaje espacial y avanzadas tecnologías. Y que uno podría estar tentado de considerar estas obras de Le Guin como pertenecientes al subgénero del space opera. En ellos también hay federaciones, conflictos e intriga, en un entorno de exploración espacial. Quizá la crítica no ha juzgado la obra de esta autora desde la perspectiva adecuada.
La caracterización reduccionista de Le Guin invoca su adscripción al ámbito de la ciencia ficción blanda alejada del rigor de la presentación de los artefactos tecnológicos y las maravillas sublimes de las ciencias naturales. El hecho de haber sido una autora que ha poblado sus narraciones con culturas complejas, reflexiones éticas y dilemas sociológicos, parecería justificarlo. Pero este análisis superficial e incompleto parte de una concepción ingenua de la vinculación de la concepción científica del mundo con la literatura de ciencia ficción. La antropología, la sociología o la economía, en cuanto ciencias sociales, tienen un carácter científico, y desde luego aspiran a tenerlo. Le Guin maneja en sus narraciones las ciencias sociales con rigor exquisito. Lo que no es incompatible con la belleza de sus textos. En realidad, eso es lo que se busca en la ciencia ficción como literatura que se inspira en lo que la ciencia nos dice sobre la naturaleza para descubrirnos a nosotros mismos. Pero incluso obviando este hecho, se puede considerar como una autora de ciencia ficción dura, al menos en lo que respecta a los relatos que se incluyen en el Ciclo del Ekumen.
#UrsulaKLeGuin maneja en sus narraciones las ciencias sociales con rigor exquisito. Lo que no es incompatible con la belleza de sus textos. Artículo de @jm_uria Share on XLos desposeídos, una utopía ambigua es, posiblemente, la mejor novela política escrita en el siglo XX. La descripción de una sociedad utópica pero imperfecta. La creación de un mundo posible en el que proyectar el nuestro y presentar una alternativa viable de sociedad alternativa. Con mucho más rigor y honestidad que las que se pueden encontrar en cualquier tratado político. La única aptitud válida por parte de un estudioso científico de la sociedad. Pero hay más. Aunque ese sea el trasfondo del mundo posible en donde acontece el relato, este se desarrolla en torno al proceso de desarrollo de la tecnología del «ansible» un método para la comunicación interestelar, por parte de un científico nacido en el «paraíso anarquista» del satélite Anarres. Como físico, el modo de presentación de Le Guin de la comunicación a distancia me parece riguroso y verosímil como concepto proyectivo, aunque parezca contradecir el conocimiento actual en esta disciplina científica. Los viajes interestelares en el contexto del Ekumen se producen a velocidades relativistas. Aunque exista un medio de comunicación como acción a distancia, el desplazamiento dentro de la galaxia está condicionado por las leyes físicas. Y los efectos de los viajes relativistas pueden ser también un elemento más que dirige los avatares de las historias. Por no mencionar el tratamiento de los conceptos de la lingüística que encontramos en esta novela. Teniendo todo esto en cuenta, la obra de Le Guin tiene mucho de ciencia ficción hard de la mejor calidad.
La mano izquierda de la oscuridad también es una obra maestra de la ciencia ficción. Un texto de referencia para cualquier discurso de género a construir a partir de la literatura. Mostrando un mundo en el que no existe dimorfismo sexual en los humanos, el planeta Gueden, Le Guin realiza una deconstrucción demoledora de las concepciones del mundo basadas en la estricta división del trabajo, y la estructura de clases, en función del sexo. Los roles de género evolucionan en función de los ciclos naturales del planeta, con las fases lunares, y eso modifica la estructura social de esa cultura humana, compuesta por individuos andróginos y hermafroditas. Cualquiera puede ser padre o madre y la presentación de por parte de Le Guin de las consecuencias culturales de este hecho biológico es rigurosa y completa. Para mostrar la problemática de la interacción con el Otro lo hace a partir del protagonista de la historia, un humano varón enviado a ese planeta, con el que vamos descubriendo, a medida que avanza la historia las peculiaridades de esa cultura. Con una bella e interesante historia de amor desarrollada en un contexto apasionante.
El inicio de La mano izquierda de la oscuridad ha sido citado por los aficionados como muestra paradigmática del estilo de narración de Le Guin: «Escribiré mi informe como si contara una historia, pues me enseñaron siendo niño que la verdad nace de mi imaginación». Casi veinte años después de haber leído estas palabras por primera vez, siguen resonando en mi mente.
El inicio de La mano izquierda de la oscuridad, paradigmático del estilo de narración de #UrsulaKLeGuin: «Escribiré mi informe como si contara una historia, pues me enseñaron siendo niño que la verdad nace de mi imaginación». @jm_uria Share on X
Los académicos no son muy partidarios de dar el Nobel a autores considerados de ciencia ficción (yo al menos, ahora mismo, no recuerdo a ninguno) quizás porque equivocadamente les parezca un género propio de adolescentes y no gran literatura. Es curioso porque en cambio no se cortan ara dárselo a Bob Dylan, por ejemplo.