Esta no es una tarta de queso normal. Esta es la tarta de queso. Aquella con la que soñabas cuando no tenías nada dulce que llevarte a la boca, la que tu mente hambrienta imaginaba durante las horas de vigilia, la tarta de queso más espectacular, y por consiguiente, deliciosa…

Y te la trae Iñaki Rodríguez, nuestro chef donostiarra.

¿Vienes?

Tarta de queso

Ingredientes:

Un paquete de pasta Brik

250 ml de nata para montar de 35% de materia grasa

250 g de queso Quark o queso Filadelfia

4 hojas de gelatina

85 g de azúcar

2 cucharadas de agua de rosas

Pistachos verdes y frutos rojos (fresas, frambuesas, grosellas, arándanos)

Para el cristal de caramelo:

200 g de azúcar

1 cucharada de glucosa

60 ml de agua

 

La #tartadequeso más original y sabrosa, #receta de Iñaki Rodríguez. Share on X

 

En primer lugar, hidratamos las hojas de gelatina en agua fría.

 

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Engrasamos un molde de 18 cm con mantequilla y ponemos la pasta Brik en el molde. Colocaremos 3 discos de pasta Brik e introduciremos un bol en medio para que la pasta se sujete y al hornear nos quede el hueco para poder poner el relleno que prepararemos.

Introducimos el molde o moldes al horno precalentado a 180º y lo hornearemos unos 20 minutos o hasta que la pasta Brik esté doradita.

Sacamos los moldes del horno y dejamos enfriar antes de quitar los boles del interior del molde. Esto lo haremos con mucho cuidado. El interior queda perfecto para rellenar.

 

Ponemos el queso, la nata y los 85 g de azúcar en un bol y mezclamos bien hasta que se integren todos los ingredientes; seguidamente añadimos las 2 cucharadas de agua de rosas y volvemos a mezclar.

En una cazuelita ponemos la cucharada extra de nata de montar y añadimos las hojas de gelatina que teníamos hidratando bien escurridas y ponemos a fuego suave hasta que se disuelvan bien. Es muy importante que la nata no hierva, porque de ser así, la gelatina no actuaría como deseamos.

 

Añadimos la nata con la gelatina que tenemos en la cazuelita a la mezcla de queso reservada y emulsionamos bien. Rellenamos los moldes con ella y los dejamos en el frigorífico hasta que solidifique (unas 4 horas aproximadamente).

Mientras tanto, hacemos el cristal de azúcar. Ponemos en una cazuela los 200 g de azúcar, los 60 ml de agua y la cucharada de glucosa, ponemos al fuego hasta que alcance los 150º de temperatura o hasta que veamos que coge un color doradito. Retiramos la cazuela del fuego e introducimos la base de la misma en un bol de agua fría. Y ya, con una cuchara sobre un papel sulfurizado de horno, vamos dejando caer a hilillo el caramelo, haciendo el enrejado o dibujo que queramos para después adornar nuestra tarta de queso.

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Pasado el tiempo de reposo en la nevera, sacamos el molde después de comprobar que el relleno está bien cuajado por efecto de la gelatina y decoramos con unos pistacho verdes picaditos, los frutos rojos y el cristal de azúcar.

Ya tenemos nuestra tarta lista para degustar.

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La mezcla del relleno de queso con el agua de rosas queda realmente impresionante.

Podéis acompañarla con una bola de helado del que más os guste. Yo le puse una de mandarina que tenía a mano en el congelador.

Una tarta de queso diferente que te va a encantar y que sale de la clásica con base de galleta.

¡Buen provecho!

Una #tartadequeso con pasta brik, frutos secos y forma de flor. #Postre sencillo y espectacular. Share on X

Receta de Iñaki Rodríguez