Clone Wars o cómo recuperar la fe en Star Wars

Como Jedi, fuimos entrenados para ser guardianes de la paz, no soldados, pero desde que era una Padawan, lo que he sido es una soldado.

Ashoka Tano. Clone Wars

«Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…». Con esas palabras míticas, comenzó ese cuento moderno que es Star Wars. Cuando la que iba a ser solo una película se estrenó en 1977 nadie podía imaginarse que el film de George Lucas cambiase la historia del cine y el entretenimiento tal y como lo entendemos. Más allá de la mercadotecnia o los efectos especiales, si Star Wars ha sobrevivido durante varias generaciones es por su capacidad para reinventarse y encontrar a nuevos Jedi y Sith entre los espectadores de diferentes edades y para ello se ha basado en personajes, eventos y una atmósfera más cercana al mito que a ciencia ficción. La serie Clone Wars es una muestra de todo ello.

Clone Wars: El estallido de las Guerras Clon

En aquella primera película, sir Alec Guinness como Obi-Wan Kenobi le contaba a Luke qué eran los Jedi, quién fue el padre de Luke (con todo su relativismo) y que ambos sirvieron en las Guerras Clon. Esta breve alusión hizo que durante décadas y décadas los espectadores se imaginasen qué eran aquellas famosas Guerras Clon. No obstante, por hacer una comparación, George Lucas es ese niño que va al patio con juguetes nuevos y los comparte con todos los críos, permitiendo que cada uno invente su historia. No es un misterio que cuando Lucas reclamase sus juguetes y crease el canon de aquellos juguetes con Star Wars Episodio II: El ataque de los clones, muchos espectadores se sintiesen decepcionados. ¡No era la historia que ellos habían inventado! ¿Cómo era posible?

Galería de villanos: General Grievous y Conde Dooku

No obstante, el Episodio II dio lugar a una serie elaborada por el creador de Samurai Jack, Genndy Tartakovsky. En ella debutarían personajes como Asajj Ventress, la aprendiz Sith del conde Dooku, o el pérfido General Grievous. Sin embargo, tras el estreno de La venganza de los Sith, el cierre de la saga por aquel entonces, Lucas contrató al animador Dave Filoni para desarrollar una nueva versión de las Guerras Clon, pero mediante animación en 3D, que daría lugar a una película en 2008. No olvidemos que entre el bebé de Jabba el Hutt y una historia demasiado infantil, pocos auguraban que la futura serie a la que diera lugar esa película lograse las cotas que terminó alcanzando, pero al menos fue la presentación del mejor personaje femenino de la saga con permiso de Leia, Padme y Asajj Ventress: hablamos de Ashoka Tano, la aprendiza del Jedi caído Anakin Skywalker, el futuro Darth Vader.

Nuestra Chulita: Ashoka Tano

Tras aquella película, Dave Filoni se encargó de dar forma a las cinco primeras temporadas de Clone Wars. Con la compra de Lucasfilm llevada a cabo por Disney, la serie quedó cancelada con un cliffhanger que, irónicamente, también hubiera servido de conclusión, pero que no respondía a cómo fue el final de las propias Guerras Clon que asolaron durante tres años la galaxia. Pero quedaba esperanza…

Después de llevar a cabo el proyecto de Rebels, otra serie de animación ahora dentro de la galaxia de Star Wars de Disney, donde Filoni recuperó a Ashoka entre otros personajes para cameos y apariciones sorpresa, y poner en marcha la primera serie a imagen real de Star Wars: The Mandalorian, Filoni recibiría el encargo de realizar una nueva temporada de Clone Wars dividida en dos que daría cierre al famoso conflicto bélico y que narraría los últimos días de la República y el destino de Ashoka Tano y los clones con la famosa orden 66 para acabar con los Jedi como clímax.

Obi Wan y Anakin

Expandiendo una galaxia

¿Cómo recuperar el sentimiento de aventura y maravilla en un universo tan explotado como el de George Lucas? No debía ser sencillo. Para crear una de las mejores obras de Star Wars, Dave Filoni y su equipo crearon en las primeras temporadas capítulos autoconclusivos y arcos argumentales de tres o cuatro capítulos. Estos arcos se volvieron la tónica de las siguientes temporadas.

Lo que al principio podía parecer un producto derivado, pronto empezó a desarrollar sus propias tramas y personajes que en las películas ocupaban segundos se transformaron en protagonistas indiscutibles a los que la obra de Filoni consiguió dar más capas. De ahí que el conde Dooku, el general Grievous o Asajj Ventress se reivindicasen a lo largo de toda la serie, a la vez que se presentaban nuevos secundarios (como el cazarrecompensas escapado de un film de Leone que es Cad Bane) o personajes que ocupaban solo un fotograma en las películas (como es el caso de Aurra Sing).

No todos los arcos siempre están a la altura, pero los que Filoni dedicó a los Jedi, los Sith y los cazadores de recompensas suelen estarlo; hay otros como el arco de los droides con R2 o C-3PO que tampoco están nada mal y los clones consiguen reivindicarse sobre todo en el arco del General Krell. Y es así como la saga de Star Wars al lograr estar compartida entre varios creadores, se expande convirtiéndose en todo un ejemplo de ficción en varios medios, que logra contar buenas historias que no solo viven de los homenajes (algo de lo que J. J. Abrams debería haber tomado nota).

El principal logro de la serie es que, durante el visionado de Clone Wars, muchos espectadores como un servidor vuelven a recuperar la fe en Star Wars y sentirse tan fascinados por la saga como cuando la conocimos por primera vez. A muchos, la galaxia muy, muy lejana de George Lucas nos cambió la vida y en la serie de Filoni, si bien hay homenajes, no vive solo de ello, sino que aporta nuevas tramas, personajes, conceptos… y se logra una profundización que convierte la serie en una mezcla de aventuras, épica y tragedia. No hay duda: Dave Filoni es un gran fan de la saga, pero también un gran contador de historias.

Galería de villanos: Asajj Ventress

¿Y cuál es el secreto de Clone Wars? No solo es una animación estupenda (con los duelos con sable láser como máximo exponente) o que aparezca un hecho o referencia ya conocido en las películas, sino que la serie se atreve a contar otro tipo de historias más allá de la aventura o la guerra, incluyendo tramas políticas o géneros como el terror, el misterio, el policíaco… y, por supuesto, todo funciona a través de unos personajes que van desarrollándose con unos arcos argumentales que logran expandirse gracias al paso de los capítulos. De ahí que lo que puede quedar atropellado en una película, en la serie funcione mejor, véase cómo evoluciona Ashoka desde una aprendiza hasta convertirse en toda una Jedi, el regreso de Darth Maul no se convierte en una sacadera de cuartos sino que sirve para desarrollar a un personaje que tal vez Lucas no supo desarrollar en sus películas más allá de su icónico aspecto o cómo Asajj Ventress encuentra un nuevo camino y una evolución propias.

Galería de villanos: Darth Maul

Desmitificando a los Jedi

Siempre he pensado que uno de los motivos por los que las precuelas de George Lucas no gustan a los fans es por cómo desmitifican y deconstruyen a los Jedi. Sí, cuando vemos la primera película de Star Wars y escuchamos a Obi-Wan Kenobi hablar de los Jedi, pensamos que son seres nobles y llenos de luz; pensamos lo mismo que pensó Luke hasta que, más tarde, descubre cuál es su auténtico legado para, más tarde, en Los Últimos Jedi, comprender que intentar evitar la tragedia del futuro Kylo Ren conduce al lado oscuro a este y a su abandono de la Orden.

Lo que para muchos fue criticable, ya lo fue en las precuelas, donde quedó claro que el Consejo Jedi se había vuelto ciego, engreído, burocrático e hipócrita. Los Jedi llevaban a cabo un código basado en el desapego, que lejos de convertirlos en entes objetivos estaba haciendo que perdiesen cualquier atisbo de humanidad hasta el punto de volverse en contra de la propia Ashoka y es, incluso antes de ese momento, donde la joven togruta se reivindica al comprender que ella es la Jedi que los necesitados imaginan que debe ser un Jedi y no aquello en lo que se ha convertido la Orden, y decide abandonar tras años en los que como supuesta guardiana de la paz, lo único que ha aprendido a ser es una soldado.

Es muy interesante, además, cómo en Clone Wars se explora el mito de la Fuerza o el legado de los Jedi, pero también cómo se explican huecos en la trilogía de Lucas como el papel de Sifo-Dyas en la creación del ejército clon o cómo el maestro Yoda aprendió a unirse a la Fuerza. Pero no nos quedamos como un simple suplemento, sino que también se aportan conceptos nuevos como Dathomir y sus brujas, el submundo de Coruscant o el destino de Mandalore, entre tantos y tantos nuevos y disfrutables momentos.

Mandalorianos

Sobre los apartados técnicos, a lo largo de la serie, la animación mejora tanto como los diseños, logrando personajes carismáticos, ambientes únicos y nuevas visiones de una galaxia tan rica como es la de Star Wars, llegando a hacer que El despertar de la Fuerza o El ascenso de Skywalker palidezcan. Tal y como Dave Filoni dejó claro en el documental Galería sobre The Mandalorian, es un gran fan de la saga, con sus puntos positivos y más criticados, respeta el trabajo de George Lucas y sabe cómo contar grandes historias a través de la animación y otros medios, sin caer en lo más simple.

Otro aspecto interesante es la música de Kevin Kiner, que pasa de hacer homenajes a la banda sonora de Drácula de Bram Stoker para centrarse en recuperar los leitmotiv de John Williams y aportar algunos propios durante toda la serie que hacen que su trabajo resulte bastante disfrutable y amplíe la épica de una serie que va de menos a más a lo largo de todas sus temporadas, expandiéndose sin sentir que las ataduras de la galaxia de Lucas afecten al resultado final.

En medio de todas estas referencias, de estas formas de ampliar una galaxia de ficción y reivindicar y crear un nuevo legado, lo que permanece es la historia de sus personajes, de cómo conectan con nosotros y nos siguen conmoviendo, de cómo nos enseñan todo aquello que nos enseñan las grandes historias, esas que colman nuestro corazón y nos permiten afrontar la bruma de la existencia.

Clone Wars es recuperar la fe en Star Wars, es un viaje por una galaxia muy, muy lejana en uno de sus períodos más terroríficos, es acercarnos a una tragedia clásica como vemos en el arco de Mortis y, sobre todo, es creer que la Fuerza nos acompañará, tal y como nos enseñó George Lucas en 1977 con el estreno de Star Wars.

Crítica de Carlos J. Eguren

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